CRUZANDO EL PUENTE

La fantasía de despertar.

“Las semillas duermen en el secreto de la tierra hasta que a una de ellas se le ocurre la fantasía de despertar.” Esta frase de Antoine de Saint-Exupéry nos sugiere, que todo comienzo es invisible, silencioso, casi imperceptible.

Como el bambú, que durante aproximadamente 7 años parece no crecer, mientras bajo tierra teje una vasta red de profundas raíces, preparándose para un estallido de vida; sabiendo que cuando finalmente emerja, lo hará con una fuerza y velocidad que asombrará. Es como si el tiempo acumulado se liberara en una explosión de vida, lo que me hace recordar que las grandes transformaciones, también germinan lejos de toda mirada.

Así ocurre en no pocas ocasiones con las ideas, con los sueños, con los proyectos que nacen. No todo lo valioso se ve de inmediato. A veces, el verdadero crecimiento ocurre en lo invisible: en la curiosidad que despierta; en las preguntas que suscitan y rasgan lo cómodo; en el deseo de cambiar lo que se resiste a transformarse, para no perder su status, su privilegio, su poder…

BIKreando quiere ser terreno fértil, donde las semillas de la creatividad, la innovación y el emprendimiento, encuentren espacio para germinar. Un bosque en construcción, donde se honre los tiempos del pensamiento profundo y se celebre la irrupción de nuevas formas de ver y actuar. Porque emprender no es solo inventar o crear negocios: es imaginar soluciones que son futuro, tejer alianzas con el entorno, y convertir lo cotidiano en extraordinario.

BIKreando no puede simplificarse y dejar que se le perciba como una fábrica de empresarios (aunque sólo por eso ya estaría más que justificado todo esfuerzo e inversión). BIKreando es plataforma de jóvenes emprendedores, de almas inquietas que toman conciencia a la vez que descubren su poder y su responsabilidad con el mundo. BIKreando es escuela de ciudadanía activa y comprometida.

Por eso, jóvenes, que no os asuste el silencio de vuestros comienzos. Todo lo grande empieza despacio. Cultivad vuestras raíces con pasión, con rebeldía, con compromiso. El mundo necesita vuestra mirada nueva, vuestra capacidad de soñar distinto. Y nosotros educadores; seamos jardineros de futuros. Reguemos con esperanza, confianza y escucha; con desafíos que despierten el hambre de crecer. Ayudemos a que cada semilla encuentre su momento para despertar, porque ahí radica el misterio de su propio tiempo.

Porque cuando las ideas se atreven a crecer, pueden convertirse en bosque.

Y no lo olvidemos: el cambio no espera.

¿Será porque ya está germinando, aunque aún no lo veamos?

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